A esta perrita me la puedo follar hoy ¡No importa que sea mi hija!

Con los huevos llenos de leche y su cuerpo repleto de testosterona, este anciano no le importó que la chavala a la que se follaria fuera su hija, el cabron solo quería meter la polla adentro de un coño húmedo y caliente y el de su hija era el ideal para ello. Después que su hijo mayor se fue a la universidad, el cerdo se sentó al lado de su hija y comenzó a cerdear con ella. La chavala le siguió el juego a su padre y, en menos de 5 minutos ya andaba como una perra callejera haciendo incesto con el viejo ¡Dios! esta familia es una familia de degenerados.